La vida esta
llena de detalles y momentos felices, cuando nos damos el tiempo de
apreciarlos. La empátia de nuestros amigos, la mirada de una nuevo amor, el
amarillo del sol, las hojitas que caen libremente, la timidez de un niño, la
fe en nuestros sueños, las pequeñas realizaciones diarias, cuando nuestro
trabajo es reconocido y cuando nosotros mismos lo reconocemos, el silencio, el
amor infinito de los padres, la alquimia que se produce al cocinar, la alegría
de despertar sano y no tener ningún plan, la capacidad que tenemos de hacer
magia, de tener fe en la gente, de crear, de compartir, de amar sin miedos. Ayer
un hombre joven y sabio me dijo; "...para poder dar amor, primero debes amarte a ti
mismo” no era primera vez que lo escuchaba, pero fue la primera vez que me hizo
sentido. Quiero aprender a amar y para eso, debo tener fe en todos
mis sueños, aceptar mis defectos y virtudes. Quiero dibujar una historia
de amor tan linda como los trazos de un niños que toma un pincel por primera
vez.
Con amor,
Andrea